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El fallo más típico
Hoy vamos a abordar algo que es más que un despiste habitual, se trata de un fallo que no solo cometen aspirantes a conductores, sino que también caen los experimentados al volante. El fallo más típico consiste en algo tan básico como no detenerse ante un stop. ¿Por qué sucede? ¿Cómo algo tan básico supone un fallo tan común que supone multitud de suspensos en el examen práctico? Intentaremos resolver esas y otras preguntas al respecto.
Malas costumbres
A medida que pasa el tiempo, como conductores, solemos adquirir hábitos que afectan a nuestra manera de manejar. Una sola mano al volante, brazo por la ventanilla, etc. Entre estos malos hábitos se encuentra el eludir una señal de stop porque no vemos coches en la intersección. Error. Omitir la señal, tanto durante tus prácticas y examen como en la circulación real, puede salirte caro.
Un stop no es un ceda
El ceda no exige detención, el stop sí. Esta falsa asimilación lleva a este fallo común. En un examen práctico de coche el examinador solo dará por bueno el detenerse por completo. Cualquier alteración supondrá un error grave y la suspensión de la prueba.
Anticiparse a la anticipación
El error, a menudo, llega (tal y como decíamos antes) a causa de nuestra propia anticipación, al creer que no hay ningún vehículo próximo que dificulte la maniobra. En conducción fiarse de la intuición a menudo es un error, y en cualquier caso no casa bien con la precaución. Hay que entender que las señales ocupan su lugar algo, cumplen una función de seguridad ineludible.
Desde Applus+ apelamos a la responsabilidad y el sentido común a la hora de circular, es responsabilidad de todos mantener en buen estado la salud de nuestras carreteras y mitigar los datos de siniestralidad.
Pide cita previa ITV y deja también a punto tu vehículo para este cometido.